¿Cuánto tardaremos en estar en las primeras posiciones de Google?

Esta pregunta es muy habitual entre nuestros clientes. La respuesta: depende. Cuando llevamos a cabo una campaña de posicionamiento web debemos tener en cuenta que no se trata de un proceso automático, influye el algoritmo de Google (que cambia 1 o 2 veces al día de media, lo que equivale a unas 500 veces al año), influye tu propia estrategia de Marketing Online (no sólo tu estrategia SEO) e influirá la estrategia que estén llevando a cabo tus competidores. Explicamos un poco más a fondo estos 3 factores:

El algoritmo de Google: el algoritmo que determina en qué posición se encuentra nuestra página web tiene en cuenta más de 100 factores, algunos de ellos son la calidad de los links que apuntan hacia nuestra web, la cantidad de enlaces, los contenidos de nuestra página (si son originales, de calidad, etc), la fuerza de nuestros perfiles en redes sociales, el tiempo que tarda nuestra web en cargar, la calidad del código de programación de nuestra web corporativa, y así hasta los 300. Hemos citado sólo algunos de ellos.

Pues bien, el peso de cada uno de estos factores y el peso final en el algoritmo de Google va variando a lo largo del tiempo. Podemos encontrarnos con que nuestro portal está perfectamente optimizado para Google, pero tras una actualización importante del algoritmo puede ser que no sólo ya no estemos cumpliendo con las políticas de Google, si no que las estemos infringiendo, lo que podría dar pie a una penalización por parte del buscador.

Tu estrategia de Marketing Online: la clave para posicionar nuestra web no es otra que nuestra propia estrategia de marketing online, cumplir con las directrices de Google y hacer un mejor trabajo que nuestra competencia implicará obtener una posición realmente destacada en los resultados de búsqueda de Google.
La estrategia de Posicionamiento Web (SEO) de tu competencia: este es un punto que no suele plantearse. Analicémoslo desde un punto de vista lógico: supongamos que nuestros competidores (los cuales ocupan las primeras posiciones de google) están llevando a cabo una estrategia de Posicionamiento Web cuya inversión es de uno 800€ mensuales y le dedican unas 8-10 horas semanales. Teniendo en cuenta que no están haciendo nada en contra de las políticas de Google, no parece lógico que si decidimos invertir 100€ en nuestra estrategia de posicionamiento web podamos superar a nuestros competidores. Se trata de un supuesto teórico que poco tiene que ver con la realidad, ya que por ejemplo, otros factores como la importancia de nuestro portal invalidaría por completo el supuesto expuesto. Lo que queremos transmitir es la esencia del nivel de competencia existente en nuestro nicho: si nuestros competidores no invierten en campañas de marketing online, a priori, nos será más fácil posicionarnos para keywords relevantes. Por el contrario, si todos nuestros competidores (o la gran mayoría) están llevando a cabo estrategias de marketing online y posicionamiento web, es lógico esperar que debamos hacer un esfuerzo muy superior para posicionar la web de nuestra empresa que en el supuesto anterior.

Además de los factores que acabamos de comentar, existen otros puntos a tener en cuenta, un factor importante es la antigüedad de nuestra web (el denominado efecto sandbox): y es que los portales de reciente creación van a tener mayores dificultades que un portal que cuenta con cierta antigüedad (y un buen historial, es decir, que no haya sido penalizado). También influye si Google tiene dificultades para rastrear e indexar nuestro contenido. Por tanto, determinar una fecha o cuánto vamos a tardar en llegar a una determinada posición en buscadores es una tarea realmente compleja y subjetiva: a pesar de haber hecho un excelente estudio de competencia del nicho, puede suceder que las condiciones cambien (cambios de algoritmo de Google o que nuestra competencia se ponga las pilas en materia de Marketing Online) haciendo cambiar (para bien o para mal) los resultados esperados de nuestra estrategia de posicionamiento web SEO y por consecuencia los timmings en los que queremos conseguir los objetivos establecidos.