Cómo enfocar una campaña de email marketing
Se ha hablado mucho sobre la muerte del email marketing utilizando el permission marketing como excusa para justificar “el fin” de este tipo de campañas.
Nada más lejos de la realidad, adaptar el permission marketing a nuestra estrategia de email marketing puede hacer que nuestra campaña sea mucho más rentable y efectiva.
La clave se encuentra en segmentar, pero antes de segmentar debemos establecer en base a qué segmentamos y para ello debemos tener claro el objetivo que queremos conseguir mediante una campaña de email marketing.
Tras tener claro el objetivo debemos establecer unos KPIs (que son los indicadores que seguiremos y que nos mostrarán el éxito o fracaso de nuestra campaña de email marketing).
Con todos estos conceptos definidos podemos pasar al desarrollo de la estrategia, debemos abarcar todas las casuísticas posibles y preparar un plan de actuación para cada una de ellas. Está claro que no todas pueden acabar con la venta o consecución del objetivo (que no tiene por qué ser una venta, puede ser la generación de un lead), y no debemos considerar ese usuario que no acaba llegando al objetivo como un fracaso total, ya que ahora tenemos más información sobre sus gustos y preferencias.
En nuestra estrategia deberemos segmentar los diferentes tipos de clientes potenciales (o existentes), sus características y preferencias, y crear una serie de objetivos enfocados a cada uno de los targets, así como un diseño específico de los emails que hagamos llegar a cada uno de los targets.
Una vez hecho todo esto llega la hora de medir, introducir cambios, testearlos y volver a medir, para ver si los cambios introducidos han mejorado, igualado o empeorado los resultados de la versión anterior. No sirve sólo medir rebotes, porcentajes de apertura o clics, debemos ir más allá y hacer un análisis en mayor profundidad, enfocándonos en el negocio, es decir, los números que obtengamos deben responder preguntas como:
¿Esta campaña enfocada a este target nos ha ayudado a vender más o menos?
¿Con mayores o menores márgenes?
¿Es más o menos rentable que otro tipo de campañas o que las campañas enfocadas a otros targets?
Y así un largo etcétera.
Si el resultado no ha sido el esperado debemos reprogramar, testear y volver a probar, hasta que consigamos el resultado que buscábamos (o al menos que se acerque mucho a lo que queríamos en un inicio, siempre y cuando el resultado fuera realista claro).